EL SEGUNDO GOBIERNO DE BELAUNDO TERRY
El segundo gobierno no consecutivo de Fernando
Belaúnde Terry, empezó el 28 de julio de 1980 y culminó el 28 de julio de 1985.
Toma de mando
La ceremonia de
posesión se realizó en el Congreso de la República el 28 de julio de 1980, contó con la
presencia de los presidentes Julio César Turbay de Colombia, Rodrigo
Carazo de Costa Rica, Adolfo Suárez de España y Luis Herrera Campins de Venezuela;
los miembros de la Junta de reconstrucción de Nicaragua, Sergio Ramírez Mercado y Rafael Córdoba Rivas, además estuvo
la primera dama de EE.UU. Rosalynn
Carter, el embajador de EE.UU. Harry W. Shlaudeman, el representante
de Ecuador,Galo Plaza Lasso y el ministro de Minas de Zambia,
Mwaya Mumbana.
Gobierno
Crisis de la embajada de Perú en Cuba
Apenas tomó posesión
del gobierno, Belaunde se enfrentó a esta crisis, que se originó en enero de
1980 cuando 24 cubanos que buscando escapar del régimen impuesto por Fidel Castro en Cuba, ingresaron
violentamente a bordo de un autobús a la Embajada de Perú en La Habana. El
embajador peruano Edgardo de Habich Rospigliosi permitió el ingreso de las
fuerzas especiales cubanas para desalojar los invasores, esta acción le costó
el puesto al embajador por no haber recibido la autorización del gobierno
peruano.
El 28 de marzo fue el
segundo ingreso de cubanos en la embajada y el 1 de abril fue el tercer ingreso
realizado bajo fuego por parte de la milicia cubana; en este incidente resultó
muerto un militar cubano. Fidel Castro exigió al gobierno peruano que entregará
a los cubanos refugiados en la embajada. Frente a la negativa del Perú de
hacerlo, Fidel Castro lanzó un comunicado de prensa el día 4 de abril, por el
cual retiraba la seguridad a la sede diplomática por lo que "dicha sede
queda abierta para todo aquel que quiera salir del país". Ya para el
domingo 6 de abril habían entrado 10.803 cubanos en la Embajada de Perú.
Conflicto con Ecuador
El 22 de enero de
1981, el gobierno peruano denunció el ataque a una de sus aeronaves cuando
realizaba una misión de abastecimiento a puestos de vigilancia en el río
Comaina (territorio peruano). El entonces Presidente del Perú, Arquitecto
Fernando Belaúnde Terry, ordenó la inspección del río Comaina hasta sus
nacientes en el lado oriental de la Cordillera del Cóndor, comprobándose la
existencia dentro del territorio peruano de tres destacamentos militares
ecuatorianos con sus respectivas instalaciones. Este hallazgo causó acciones de
fuerza, logrando las fuerzas peruanas desalojar los destacamentos ecuatorianos.
Pero, tras la
medición de las coordenadas, se comprobó que no correspondían a la mencionada
Paquisha sino, como lo calificó el presidente Belaúnde, a un "falso
Paquisha". Tras las escaramuzas, que motivaron la intervención de la
Organización de Estados Americanos (OEA), el acta Sorrosa-Du Bois fijó las
coordenadas de ubicación permitidas para las tropas fronterizas, ratificando la
condición de la mencionada cordillera como límite natural entre ambos países.
Terrorismo
El problema más grave
que enfrentó el gobierno de Fernando Belaúnde fue el accionar de la
organización terrorista maoísta Sendero
Luminoso, dirigida por Abimael
Guzmán. Este grupo declaró la guerra al Estado peruano en el
departamento de Ayacucho en mayo de 1980, empobrecido debido a
siglos de explotación colonial y esclavitud en Perú. A partir de 1983, Sendero
Luminoso intensificó
su campaña, imponiendo un terrorífico régimen de violencia extrema en el sur
andino y asesinando indiscriminadamente a miles de campesinos, profesionales,
comerciantes y autoridades locales, miles de sus militantes fueron asesinados
salvajemente por Sendero Luminoso.
Los hechos más graves
sucedidos en este tiempo fue la Masacre de Ucchuracay donde nueve periodistas
fueron asesinados por los moradores de dicho distrito andino al confundirlos
con militantes de Sendero y la masacre de Putis, donde cerca de doscientos
civiles fueron masacrados por una unidad del ejército al ser confundidos
también con militantes de Sendero y enterrados en un conjunto de fosas comunes
clandestinas. La reacción del presidente, ante estos graves sucesos sin
embargo, fue secreta, dubitativa y en ocasiones dudosa.
2DO GOBIERNO DE BELAUNDE
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